Diferencia entre separación y divorcio

Cuando una pareja que está casada decide poner punto y final a su relación, pueden tomar dos decisiones que varían en sus términos, la separación o el divorcio.  Si es tu caso y te enfrentas a una posible disolución de tu relación de pareja, te contamos los puntos en común y las diferencias entre un divorcio y una separación. Toma nota de las consecuencias de cada uno de los dos caminos, que será determinante en vuestro futuro.

Definición de separación

La separación de una pareja implica el cese de la convivencia de ambos cónyuges con las consecuencias personales y patrimoniales que eso conlleva. Para que la separación tenga carácter legal, se necesita una declaración mediante una sentencia judicial.  Pero después de una separación, el vínculo matrimonial sigue vigente. Una situación en la que la pareja puede volver a reconciliarse, o bien, divorciarse.

Definición de divorcio

Es el proceso mediante el cual, los miembros de la pareja extinguen su unión conyugal completamente. De esta forma ponen punto y final a su matrimonio y dejan de estar casados. El divorcio implica una disolución del régimen económico matrimonial, según lo que rigiese el matrimonio. Tras el divorcio, los respectivos cónyuges pueden volver a contraer matrimonio con otras personas, o entre ellos.

Puntos en común del divorcio y la separación

Hay tres aspectos determinantes que, a pesar de seguir caminos distintos, tienen puntos en común.

  • Cese de la convivencia
  • Régimen económico
  • Relación con los hijos

Cese de la convivencia

Ya hemos visto, que cuando la pareja decide acabar su relación, se termina la convivencia en común. La única diferencia es que con la separación no se disuelve el vínculo matrimonial y sí con el divorcio.

Régimen económico

En ambos casos el régimen económico de la pareja queda diluido y deben liquidar los bienes y hacer reparto, según lo que hayan pactado cuando se casaron. Es decir, con la fórmula de bienes gananciales o separación de bienes.

Relación con los hijos

Cuando en la pareja hay hijos en común, ya sea en el supuesto de separación o divorcio, la Justicia va a tratar de defenderlos, sobre todo cuando son menores de edad. Los cónyuges, en ambos casos, deben establecer un tipo de guarda y custodia, el régimen de visitas y la pensión alimenticia. Si no hay acuerdo mutuo en la pareja, será el juez el encargado de organizar estos tres puntos.

Tanto en un divorcio como en una separación, quien se encargue de la custodia será quien tenga derecho a quedarse en la vivienda familiar y el otro cónyuge deberá marcharse. Si se trata de custodia compartida, hay varias opciones distintas, que se adaptarán a las necesidades, tanto de los adultos como de los hijos en común.

Es necesario en ambos casos, que todos los acuerdos acordados queden reflejados en el convenio regulador que se debe presentar ante un juez. Un documento clave que se puede modificar en el futuro y que establece, después de la ruptura, la relación entre las partes, tanto a nivel familiar como económico.

Separación o divorcio. De mutuo acuerdo o contencioso

Cuando se termina una relación matrimonial, tanto si acaba en divorcio o en separación, se puede llegar al final de dos formas distintas: de mutuo acuerdo entre ambas partes o por vía judicial.

Todos sabemos que lo ideal es realizarlo de mutuo acuerdo. Es mucho más rápido y más barato, pero, sobre todo, menos traumático cuando hay menores de por medio. Cuando hay acuerdo entre los cónyuges, cada parte con su abogado correspondiente, deben presentar ante el Juzgado sus condiciones para que las aprueben.

En el caso de que no haya acuerdo, se acudirá a la vía contenciosa donde será el juez quien establezca la disolución o separación de ese matrimonio con las condiciones correspondientes a cada parte.