Cómo afrontar un despido

Cuando nos enfrentamos a un despido nos asaltan las dudas y los miedos, sobre todo en torno al qué pasará a partir de ese momento y cuál será el futuro, del que además depende en mayor o menor medida la familia. Pero la forma de actuar en el momento de la comunicación del despido puede ser muy diferente de una persona a otra y depender, entre otras cosas, de factores como los tipos de despido o el preaviso.

El preaviso es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de enfrentarnos a un despido, ya que el mismo puede ser “más o menos legal” en función de la antelación con la que nos haya llegado la denominada carta de despido, que según el artículo 53.1, letra c, del Estatuto de los Trabajadores, debería llegar al empleado con un mínimo de 15 días de antelación.

Eso sí, debemos tener en cuenta que el preaviso solo es una medida obligatoria cuando se trata de despidos realizados por causas objetivas y ajenas al empleado, ya que si se tratase de un despido denominado “disciplinario”, motivado por la conducta o el incumplimiento de normas por parte del trabajador, esta medida del preaviso perdería de forma inmediata su carácter obligatorio.

Por eso, a la hora de sufrir un despido es muy importante mantener los nervios en calma y evitar la irascibilidad, ya que una actitud calmada favorecerá la reflexión y la observación del cumplimiento de los puntos necesarios por parte del empleador.

Detalles a observar si nos comunican un despido

  • Asegúrate de que tu despido te haya sido comunicado con unos 15 días de antelación, ya que de lo contrario deberían pagarte también los días de preaviso que no hayas tenido.
  • Si no estás del todo seguro de que tu despido sea verdaderamente procedente o de que cumpla con todas las cláusulas que atañen a los derechos de los trabajadores, a la hora de firmar la notificación del despido añade una nota del tipo: “no estoy conforme, no conforme, o pendiente de la revisión de las cantidades (con respecto al finiquito)”. Hacer esto confirma que, a pesar de que firmemos la notificación, aún estamos a tiempo de tomar las medidas oportunas si no se han respetado correctamente nuestros derechos como trabajadores.
  • No te detengas ante un despido comunicado de forma verbal, ya que este tipo de despedidos no solo constituyen un atentado contra la integridad del trabajador, sino que no cumplen con la ley al no especificar de forma clara los motivos del despedido ni haberse realizado su comunicación con un plazo de tiempo previo. En este tipo de casos se aconseja buscar testigos y actuar de forma rápida bien para ser readmitido, o para que el empleador notifique su deseo de forma física y oficial.
  • Permanece atento al llamado finiquito o indemnización en tu notificación de despido, ya que deberá incluir tanto la parte proporcional de las pagas extraordinarias, como el sueldo correspondiente que te quede, las horas extras trabajadas y las vacaciones que no hayas disfrutado. Recuerda que el finiquito nunca debe incluirse en la indemnización ni viceversa, ya que son cosas diferentes.

Qué hacer si el despido es improcedente

Para que un despido pueda ser calificado de improcedente deberán incumplirse en el proceso una serie de hechos que deben estar presentes siempre a la hora de despedir a un trabajador, como la comunicación por escrito de la que hablábamos anteriormente, que se especifiquen debidamente los motivos del despido (ya sea de tipo objetivo o disciplinario), o que no se haya registrado la fecha. El detalle de la fecha, aunque pueda parecer insignificante, es muy importante para que después podamos seguir nuestros plazos sin perder ni un solo día.

Tan solo con que fallase alguno de los puntos citados en torno al proceso de despido podríamos estar ante lo que se llama un despido improcedente, a raíz del cual, el trabajador podría tener derecho a ser readmitido o a una indemnización de mayor o menor cuantía dependiendo de su antigüedad en el puesto de trabajo. La resolución entre una opción u otra debe hacerse efectiva en cinco días a contar desde la sentencia que califique de forma oficial al despido de improcedente.

Por eso es tan importante el estar atentos a la hora de ser despedidos, ya que son muchas las consideraciones a tener en cuenta en función de cómo se haya realizado el mismo por parte del empleador. La especificación de las razones en la carta de despido es uno de los aspectos más importantes, ya que deberá hacerse de forma completamente detallada y, lo que es más importante, justificada.

Asimismo los plazos son muy importantes también, ya que en caso de que no estemos de acuerdo con el despido y queramos impugnarlo, tendremos tan solo un plazo de 20 días hábiles para poder llevar nuestro proceso de reclamación a cabo o, en términos más concretos, nuestra demanda de conciliación. En el caso de las personas que estuvieran bajo un contrato temporal es importante saber que también tienen derecho a una indemnización siempre y cuando se pueda demostrar que el contrato no ha llegado a cumplir con el plazo previsto a la hora de firmarlo.

El asesoramiento por parte de personas expertas será muy importante en ese proceso de impugnación, ya que hacer los pasos mal o no haber comprendido bien alguno de los puntos puede arruinar por completo el proceso en favor del empleador.

En definitiva, si acabas de pasar por un despido o piensas que hay mucha posibilidades de que esto pueda ocurrir, ten muy en cuenta todos y cada uno de los puntos tratados en este artículo, ya que sin duda te servirán de gran utilidad para defender tus derechos llegado el momento. Revisa con cuidado los puntos, las cantidades a percibir, los motivos por los cuales van a prescindir de ti…y hazlo con toda la serenidad posible, ya que mantener los nervios templados y la cabeza fría es siempre garantía de éxito en estos casos.